Está claro que la IA está avanzando a pasos agigantados e inundando todos los ámbitos de la vida, los negocios, el día a día, y, por supuesto la educación.
Más allá del debate en su regulación y en su uso abusivo, lo que queda muy claro es que es una herramienta muy potente que puede ahorra mucho tiempo y trabajo a alumnado y profesorado si se usa con ética y sentido común.
Qué recuerdos me trae el concepto de «curación de contenidos», traducción directa del content curation anglosajón. Quienes hace años ya construimos nuestro PLE teníamos la estrategia de «curación» bastante bien establecida. Cara contenido interesante que se compartía en el claustro virtual o que encontrábamos de manera aleatoria y casual tras perseguir en nuestro buscador de confianza aquel recurso esencial para nuestro proyecto, lo guardábamos como oro en paño. Para ello, ya teníamos las herramientas digitales «ad hoc», alguna ya en desuso como Digo o List.ly, otras aún vigentes como Symbaloo, Pocket o Raindrop.
La comunicación en un centro educativo es esencial para que exista una coordinación adecuada.
En primer lugar, debemos procurar que la comunicación pueda ser bidireccional, aunque controlada.