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Hace unos días, se publicaba en esta bitácora la segunda entrega de la campaña por unas lecturas sin exámenes (I, II). Ante la buena acogida que han tenido las ideas propuestas en estos posts anteriores (a tenor de la buena cantidad de profesores que las han apoyado con comentarios en los artículos y en twitter y de los blogs que han incorporado el logo creado por Meli) me sentía en la obligación de no detenerme simplemente en las buenas intenciones. Así pues, este post servirá para crear una pequeña antología de aquellas buenas prácticas de evaluación lectora que he leído en varios blogs y que demuestran que la campaña puede llevarse a cabo en la práctica y no solo quedarse en una cuestión utópica. Con un poco de imaginación, trabajo y ganas de fomentar la lectura, todos podemos aportar nuestro granito de arena para que nuestra labor sea un poco más útil. Así, como creo que de trabajo y ganas todos los profes vamos bien servidos, por si falla la imaginación (como al que suscribe), aquí dejo una selección de esas buenas prácticas, de experiencias de aula que seguro que funcionan y ayudan a que nuestros chicos no se enfrenten a las lecturas propuestas sabiendo que al final de las mismas les espera un examen. 

  • Lengüetazos literarios: desde su blog, Silvia nos abre el camino a través de varios consejos de actividades y nos ofrece enlaces para llevar a cabo cinco alternativas a las fichas de lectura. 
  • El Lazarillo redivivo, de (Re)paso de lengua, nos muestra cómo se puede aunar la lectura de una obra clásica con la entrevista y con… Tuenti. Una pasada. 
  • Estrella López, en su Timbre del recreo nos cuenta cómo evaluó la lectura de Abdel a través de una rueda de prensa protagonizada por el propio Abdel. Tras la experiencia, sus alumnos le pedían el examen porque se les iba a olvidar todo. No se dieron cuenta de que ya habían sido evaluados. 
  • En esta bitácora se ha utilizado un recurso muy útil y ya bastante usual últimamente: el podcast. La lectura, en este caso fue El beso del Sáhara, de Gonzalo Moure. 
  • Entre libros utiliza una herramienta on-line, Walwisher, para fabricar un panel colaborativo con opiniones personales acerca de la lectura No pasó nada, de Antonio Skármeta. 
  • A pie de aula nos describe toda una secuencia de lectura de Días de Reyes Magos, de Antonio Skármeta, que incluye un role-playing y una antología de citas comentadas. 
  • El umbral de la palabra opta por una vídeo-entrevista a D. Quijote que moderniza al personaje y lo acerca de una manera increíble a los chicos y chicas de 3º de ESO.
Al hilo de esta selección, me gustaría lanzar otra propuesta sabiendo que seguro se me escapan muchas experiencias que podrían aportar ideas y ejemplos que podrían ser puestos en práctica por otros docentes: mi intención es crear un repositorio de experiencias. Para ello, se lanza desde aquí un llamamiento a todos los tuiteros para que aporten enlaces a buenas prácticas de evaluación lectora incluyendo el hashtag #lecturassinexamen. La idea es reunir todos los enlaces en una lista en el marcador social Diigo cuya dirección web se hará pública en este blog. También, por supuesto, se pueden incluir enlaces en los comentarios a esta entrada.
#lecturassinexamen

En algunas ocasiones, resulta interesante y productivo trabajar la literatura a través del cine. Además, existen varias maneras para llevar esto a cabo.

En primer lugar, lo más usual es visionar una versión cinematográfica de una obra literaria. Esto sirve, ante todo, para conocer el hilo argumental de la obra y entender así mejor los textos que se propondrán en el trabajo del aula. Al tiempo, en el transcurso del visionado, se pueden hacer indicaciones, incidir en los aspectos relevantes que destaca la peli en relación con la obra literaria, comentar algunas escenas… Para trabajar todo esto se puede ofrecer una visión general de la obra, leer algunos textos previos o durante el visionado… Ejemplos de esta opción serían La Celestina, Los santos inocentes y un millón de ejemplos más
En segundo lugar, la reproducción cinematográfica resulta útil para ambientar una época literaria. Los films históricos cumplen bien este cometido, incluso aquellos que recrean ficcionalmente una época o la vida de alguna figura de la historia de la literatura. Ejemplos de todo esto podrían ser El nombre de la rosa, Shakespeare enamorado…

Para ilustrar todo esto, dejo una serie de títulos organizados por épocas literarias para visionar en relación con la historia de la literatura. Además, en el siguiente enlace se pueden conseguir fichas con las que trabajar la mayoría de las películas propuestas: educazine.

Edad Media: El Cid (con Charlton Heston), El Cid, la leyenda (peli de dibujos para los más pequeños), Excalibur, El nombre de la rosa, Ivanhoe.
Renacimiento: Lazarillo de Tormes (versión un tanto libre de El Brujo), La conjura de El Escorial, Shakespeare in love, capítulo 14 de Érase una vez el hombre.

Barroco: Alatriste, El perro del hortelano, La dama boba, Mucho ruido y pocas nueces.

Siglo XIX: Germinal, Cumbres borrascosas, Drácula de Bram Stoker, El retrato de Dorian Gray, El jovencito Frankenstein, Frankenstein de Mary Shelley, Ivanhoe, Fortunata y Jacinta, La letra escarlata, Los tres mosqueteros, Orgullo y prejuicio, Remando al viento, Sentido y sensibilidad, Sleepy Hollow. Respecto a esta última película, se puede proponer un trabajo que compare la película con el cuento de Washington Irving en el que se basa.
Siglo XX: Tiempo de silencio, La casa de Bernarda Alba, Bajarse al moro, El laberinto del fauno, La colmena, La estanquera de Vallecas, Las 13 rosas, Los girasoles ciegos, Los santos inocentes, Luces de bohemia.
Literatura hispanoamericana: Como agua para chocolate, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, La casa de los espíritus.