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De nuevo se acaba otra evaluación, de nuevo es obligado el repaso de lo hecho y lo conseguido (como también lo han hecho otros profes admirados por mí como Toni Solano o Mª José Chordá). De nuevo un nuevo centro (el CPEB Pola de Allande) y de nuevo un trabajo previo pero intenso de adaptación mutua entre mis alumnos y yo. De nuevo me encuentro con alumnado que nunca ha trabajado con las NNTT de forma continuada, que nunca ha trabajado un proyecto a medio o largo plazo y que está apegado a la fórmula de escuchar, hacer ejercicios, corregir y examen al canto.
Me voy a centrar en 2º de ESO, en donde creo el trabajo ha sido más intenso.
  • Hemos empezado activando la cuenta de correo corporativo (la Consejería de Asturias ofrece una cuenta ya en Primaria) ya que aún no habían trabajado nunca con el correo electrónico.
  • También necesitábamos un aula educativa. Tras trabajar con Edmodo el curso anterior, con la conexión de este año era imposible conectar, así que me he decidido por Redalumnos que, además de ser española y de resolver todas las dudas casi al momento, ofrece la posibilidad de que los alumnos también posean y gestionen su miniblog. Algunos ejemplos son los siguientes.
  • Esto ha resultado excelente para trabajar la destreza escritora. Los pasos para desarrollar esta destreza han sido los siguientes:
  1. Trabajo con los tipos de texto en clase.
  2. Propuesta de escritura creativa con indicaciones para escribir en casa.
  3. Entrega del trabajo escrito (borrador) al profesor para su corrección.
  4. Crear entrada en el blog personal con la versión definitiva. Así, el proceso de corrección de los alumnos se hacía más llevadera y, al tiempo, su blog iba tomando forma. De esta manera hemos trabajado el texto expositivo, el texto instructivo, la presentación personal.
  • Además, hemos continuado la labor del blog de aula, el Rinconín de segundo, con la exposición de los trabajos de los alumnos o la práctica de contenidos a través de actividades interactivas. Para hacer que los alumnos se familiarizaran con al blog, hemos repetido la experiencia de los Mindtraps, un pequeño incentivo para acceder al blog y realizar comentarios. También se puede acceder al resto de miniblogs de los alumnos desde la barra lateral.
  • Por supuesto, hemos aprovechado la celebración de algunos días para crear actividades, por ejemplo Halloween. En esta secuencia didáctica, había que investigar por grupos sobre aspectos relacionados con Halloween, exponer oralmente una presentación sobre monstruos favoritos o crear un pequeño diálogo con consejos para pasar un buen Halloween. Para ello, hemos aprovechado una excelente herramienta: Kerpoof, que permite, gracias a una cuenta de profesor, gestionar una clase de alumnos sin que estos necesiten su correo electrónico. Tiene muchas posibilidades, pero nosotros hemos creado una película con varias escenas. Los resultados se pueden ver en el blog de aula.
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  • Por último, hay que destacar el trabajo lector. En esta evaluación hemos elegido Boy, de Roal Dahl. Se trata de una serie de relatos autobiográficos de la infancia del autor noruego. Hemos dedicado una sesión semanal a la lectura en clase y hemos aprovechado para crear nuestra propia autobiografía. Dentro del espíritu de las #lecturasinexamen, hemos diseñado un trabajo lectoescritor. Para cada capítulo de la obra, se proponía en clase una actividad escrita: mi familia, mi infancia, mis primeros años de colegio, mi lugar de vacaciones… Trabajábamos en clase la estructura de cada capítulo y, por imitación, con un trabajo guiado, los alumnos han creado su propio libro de relatos. El proceso ha sido similar al expuesto anteriormente con el blog, pero en esta ocasión la actividad ha sido totalmente 1.0. Como soporte físico de la versión definitiva, he tomado la idea del blog Lapicero mágico para unir la creatividad plástica y una actividad escrita. La verdad es que los resultados han sido estupendos en cuanto al contenido y al continente.
Boyfoto montaje Algunos ejemplos
La conclusión más positiva la tomo de las opiniones de los propios alumnos. Ellos mismos afirman haber aprendido pasándolo bien, mi objetivo prioritario y, muchas veces, tan difícil de lograr. Además, los resultados en cuanto a porcentaje de aprobados también ha sido muy alto. ¿Para qué pedir más?
El sábado fui a recoger un premio. El trofeo era una peonza (de bronce, la más bonita de las tres según @jlgl). Y la vida sigue, aunque no exactamente igual. He ganado un premio, sí (¡qué tremenda ilusión!), pero la experiencia ha ido mucho más allá. 
Lo primero, y ante todo, el reencuentro con algunos de mis preferidos ya desvirtualizados en Maneras de leer y las charlas, aunque breves, con mis queridos Kuentistas.Todo empezó nada más llegar. A la primera que me encuentro, a mi queridísima @SilviaGongo. Nos sentamos y, por fin, desvirtualizo a mi compi premiada @CarlotaBloom con la que pude compartir una charla en el café. Allí también me encontré con @pephernandez, con el que tengo comprometido hacer alguna cosilla para el curso próximo. Después, en la comida, pude conocer a Inma (@ibarren) o @diegoredondo13. Y también pude hacer gala de mi despiste crónico y de mi inexperiencia en estas lides: muchas caras conocidas que se mezclaban en mi cabeza a través de mi TL y yo sin atreverme a decir nada a nadie por si metía la pata. De hecho, hablé en varias ocasiones con @gorkafm y, hasta el día siguiente, no me di cuenta de quién era realmente (lo siento, Gorka) Y, cuando quise saludar a @Isabel_Ruiz, ya no estaba (siempre nos quedará Twitter). También pude conocer a @educandoando, mi última kuentista en desvistualizar aunque, en esta ocasión, fue ella la que no me reconoció (esto de desvirtualizar no es tan fácil como parece).
Y aún hay más. Me conmovió el ambiente de libertad, de ilusión por mejorar las cosas, de intentar conseguir una verdadera escuela del siglo XXI, libre y pública y de hablar sin tapujos, los que yo tengo (miento, tenía) a la hora de decir lo que pensaba sobre algunas cosas. Rafael Robles, con su charla, ha hecho que me afiance en mi manera de pensar y defienda que no hay que tener miedo a «perder el tiempo» en clase, que prefiero evaluar sin exámenes, que los alumnos no son enemigos, todo lo contrario, que… ¿por qué no usar el móvil en clase?…
Y ¡qué júbilo al escuchar los discursos y sentirse identificado con cada una de las palabras pronunciadas!: allí no era el «rarito de los ordenadores» o el único que le robaba tiempo a la familia por intentar sacarle más partido a cada nueva aplicación. 
Bueno, tampoco quiero parecerme a esos concursantes de Gran Hermano que se sienten inexplicablemente unidos a sus compañeros de encierro tras un par de días de convivencia pero, tras menos tiempo aún, he comprobado que una nueva escuela puede renacer o que, al menos, la ilusión por nuestra parte no decaerá.
Por eso, aunque me he llevado un premio en forma de trofeo, ese premio significa mucho más porque me he llevado mucho más. 
¡Ah! y no puedo olvidar la cara de mi pequeñajo al montar en avión por primera vez o la ilusión que le hizo guardar la peonza de su papá durante todo el día.
Dejo ahora un pase de imágenes del fin de semana. Algunas de ellas se las «he robado» a Pep Hernández (gracias, Pep).