Hace meses que no actualizo el blog, me he tomado un tiempo empujado por la vagancia y cierta abulia, pero vuelvo por estos lares ante la cada vez más inminente presencia del nuevo curso y arrastrado por una vaga esperanza de que a alguien le pueda servir lo que presentaré a continuación.
Durante la segunda evaluación del pasado curso, desarrollamos (mis alumnos y yo) una secuencia didáctica que tenía como principales objetivos la adquisición de algunos contenidos sobre literatura medieval y géneros periodísticos; además, también se pretendía desarrollar la creatividad y la investigación. Por supuesto, las TIC cobraron importancia, puesto que la secuencia está alojada en un site de Google, se utilizaban algunas herramientas web para llevar a cabo algunas actividades y la comunicación entre el profe y los alumnos se hacía por medio de Edmodo.
La secuencia incluye muchos materiales y enlaces; pretendía, por tanto, guiar a los alumnos, pero que estos fueran capaces de adquirir cierta autonomía en su aprendizaje. Las sesiones de clase servían para presentar los materiales, leer textos y comentarlos y resolver cualquier duda relacionada con las tareas..
Las tareas consistían en escribir una
entrevista a un personaje medieval,
crear un cantar de gesta sobre un héroe moderno y un reportaje («Un día en la vida de…») alojado en
Smore. Me sorprendió, quizá negativamente, la presencia de antihéroes como protagonistas de sus cantares y la gran influencia de series televisivas que hacen gala de un humor de evidente mal gusto. Aquí dejo parte de los resultados.
Conclusiones: tengo que decir de antemano que los dos grupos de tercero con los que llevé a cabo la secuencia eran ciertamente «difíciles»: un alto grado de absentismo, mucha apatía, mucha más de lo habitual, poca responsabilidad a la hora de entregar las tareas… De todas maneras, el proceso y los resultados, aunque de una calidad muy desigual, me han demostrado que los alumnos deben y son capaces de trabajar de una manera cada vez más autónoma. Me parece imprescindible impulsar el trabajo por proyectos y tareas y fomentar la creatividad y que los alumnos sepan gestionar su aprendizaje.
Por último, no quiero terminar sin agradecer el trabajo de los compañeros de los que he tomado prestados ideas y materiales, sobre todo de Silvia Gongo, Aitor Lázpita y Lourdes Domènech.