Hoy estoy realmente emocionado: me han concedido un premio. Y no es uno de estos premios oficiales, llenos de boato, sino uno de estos que te dan tus más allegados, en este caso, mi «familia bloggera» y por eso lo valoro como el más grande de los galardones. Carlota, desde su blog, me ha concedido el Sunshine Award que, a su vez, le han concedido a ella. Un sol sonriente que aporta aún más luz a mi experiencia en la red. Se trata ahora de pasar el premio, de elegir a quién se lo otorgo yo, de homenajear y dar las gracias a los blogs que me han acogido entre sus invitados, a los blogs me han inspirado, a los blogs a los que reservo un pedacito de mi corazón Tic (y no Tic). Y como a Bibloranca, El timbre del recreo y Entre libros ya se los han concedido, ahí va mi lista de «galardonados» (quizá no estén todos los que son, pero aseguro que son todos los que están):

¡A mí me ha hecho mucha ilusión! Espero que a vosotr@s también.